Neko

domingo, 1 de junio de 2008

¡Dana vuelve a ser mamá!

¿Os acordáis de Dana? Es la gatita que nos encontramos en la calle hace un par de años y que al final se quedó la madre de Marcos. Resultó estar preñada y tener cuatro gatitos guapísimos, de los cuales uno, el guapetonísimo Mota, se lo quedó Ariencita (la de Gondolin). Bueno, pues un par de años después, la muy golfa se volvió a quedar preñada en una visita al pueblo. El viernes se puso de parto y la cosa se puso bastante fea, así que la madre de Marcos la llevó al veterinario. Como no podía parir, le hicieron cesárea, cosa que no fue problema porque la madre de Marcos quería esterilizarla en breves... lo malo es que los gatitos también tuvieron algún problema, seguramente por las complicaciones del parto y también hubo que intervenirlos... ¡pobretes!. Uno tenía una hernia y el otro no tenía bien cerrada la cabecita, pero bueno... el veterinario obró voluntariamente y los operó a los dos. Esta tarde hemos estado de visitilla y la verdad es que tienen mucha mejor pinta de lo que parecía. Dana está guapísima y toda metida en su labor de mamá... sin parar de vigilar a los nenes, dándoles de mamar (ainsss que me da que no le va a durar la leche) y limpiándolos todo el rato. El gatito blanco tiene muy buena pinta... el negro no sé qué deciros... la verdad es que la herida de la cabeza es fea, pero ya sabemos que los gatos tienen siete vidas ¿no? pues a ver si levanta. El bichito estaba todo activo, eso sí, hasta ha intentado salirse de la caseta varias veces, jaja.

He sacado alguna foto del blanco en un segundín que hemos conseguido despistar a Dana. En el resto de las fotos se ve bastante mal, porque su caseta tiene un agujerillo chiquitín y la mami no dejaba sacar mucha foto...

Mamá Dana con los ojos un pelín rojos, jaja. Es que no era plan de ponerse a enfocar, quitar ojos rojos y tal, que estábamos molestando a la mami. Está guapa Danita ¿eh? Con lo feúcha que era cuando la recogimos... lo que cambió con el primer baño y con los muchos meses de comida, techo y mimos.

¿No os parece la cosita más mona del mundo? En dos segundos vino Dana, lo enganchó con la boca y hala, para adentro, que no es plan de dejarlos ir de parranda, jajaja. Toda hecha una mamá responsable.

Ahí, reponiendo fuerzas después de lo duro que les ha resultado salir al mundo.

Seguiremos informando cuando crezcan un poquito más. ¡Esperemos que el gatito negro salga adelante! Poooor cierto, que si sabéis de alguien que quiera un gatito... en cosa de un mes o dos estos señores van a necesitar un hogar que los acoja y unos dospatas que les arrasquen las orejitas, si ustedes me entienden.

Cortesía de Aldaron

Hoy el bueno de Aldaron, miembro del Smial de Khazad-Dûm, me ha enviado un precioso e-mail. Copio y pego:

Lord Dunsany:

"La ciudad ociosa."

"Hay un camino en Roma que cruza un templo antiguo, en otra edad preferido de los dioses; corre sobre una gran muralla, y muy por debajo está el piso del templo, de mármol blanco y rojo. En el suelo del templo conté hasta trece gatos hambrientos. Unas veces, decíanse entre sí, vivieron aquí los dioses, otras los hombres, y ahora viven los gatos. Gocemos del sol sobre el caliente mármol, antes que otros vengan. Porque sólo en las horas de la cálida siesta podía oír mi fantasía las voces silenciosas. Y la espantosa flacura de los trece gatos movióme a ir a una pescadería próxima y comprar cierta cantidad de peces. Volví y los arrojé por encima de la baranda que corría sobre el fastigio del muro, cayeron desde treinta pies y restallaron sobre el sagrado mármol con un chasquido. En otra ciudad que no fuera Roma, o en la mente de otros gatos cualesquiera, la vista de unos peces que caen del cielo hubiera causado maravilla. Levantáronse lentamente y se estiraron, y luego se acercaron perezosos a los peces. "No es más que un milagro", dijeron para sí."


Muchas gracias Aldaron, por descubrirnos este hermoso fragmento.