Neko

viernes, 2 de noviembre de 2007

El Gato y Pablo Neruda

Muchos son los problemas que acechan a nuestros amados amigos. Pablo Neruda siempre reconforta nuestros corazones, ahí va una de gatos!. Por cierto, la foto es de un gato que vive en una isla cerca de Estambul, una isla preciosa y como no, repleta de gatos que, pese a ser muchos de ellos callejeros, están bien alimentados y cuidados, pues allí quieren mucho a estos hermosos felinos.


ODA AL GATO

Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,

adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:

nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.

El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,

el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es

desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.

No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.

Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.

Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.

Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.

Pablo Neruda


9 comentarios:

Selerkála dijo...

Amén.
He ahí un retazo de sabiduría tal que ha desplegado un ejército de escalofríos por mi cuerpo.
Por un momento me he imaginado haciendo reverencias a Neruda...
Amén, Hermana de "dientes azules"...

Azelaïs de Poitiers dijo...

Plas plas plas

Nienna dijo...

Ooohhhhhhh, que potito!!!!
Hip hip hurra por los gatos y por Pablo Neruda!!

Anónimo dijo...

Si es que todos los talentosos(henos aqui, hermanas) han dedicado su inspiración a los gatos :)

Anónimo dijo...

Que maravilla es este poema!!! No lo conocía... :)
Gracias por compartirlo!!!

GARGOLAS dijo...

Que bellísimo poema!!! y de nustro querido compatriota.
Humana nos cuenta que su padre tuvo la oportunidad de conocerlo y compartir algunas conversaciones con él.

Saludos felinos.

Berúthiel dijo...

Pues si quiere, puede compartirlas con nosotras!

Eowyn Zirbêth dijo...

Es muy hermoso, aunque admito que lo he leído como prosa y así me ha gustado aún más. Este gran hombre sí que amaba a los gatos.

Anónimo dijo...

El gran, gran gran Neruda sí que sabía escribir...y decir verdades como puños!